Con su presencia e incondicionalidad llenan de alegría el recinto que cada año se convierte en el taller donde los sueños navideños se hacen realidad.
Esta es una historia que nos enseña que las segundas oportunidades y el amor incondicional existen: Katty y Milú, madre e hija son dos peludas que conquistaron con su mirada e inocencia el corazón de los funcionarios que realizan las figuras del alumbrado navideño en el Coliseo de Ferias.
Katty fue adoptada hace más de dos años por los operarios que en un gesto conmovedor decidieron brindarle un hogar luego de haber sido apuñaleada por un habitante de calle en el Parque de La Música, mientras cuidaba los elementos navideños.
Y Milú, hija de Katty, es una de las consentidas del taller: ella desde el inicio de la temporada navideña está presente en cada rincón, brindando compañía y alegría a las manos ibaguereñas que se esfuerzan durante largas horas jornadas, para vestir de magia y color las calles de la ciudad.
“A nuestras guardianas del alumbrado navideño les hemos brindado todo el cariño y la atención, ya que cuando llegaron presentaban rastros de maltrato. Todos los operarios las alimentamos, estamos pendientes de su bienestar y ellas nos responden con mucho cariño y nos ayudan a cuidar nuestro lugar de trabajo”, comentó Herney Nieto, maestro y diseñador del alumbrado.
Por su parte, el personal de vigilancia del Coliseo destaca la fidelidad de las ‘guardianas’, ya que en medio de los turnos se convierten en una gran compañía. “Ellas caminan y recorren nuestro espacio de trabajo en el día y en la noche. Definitivamente todo animalito tiene su don”, sostuvo Andrés Felipe Arbeláez, guarda de seguridad.